Mediocres del mundo ¡Me río en vuestra cara!

domingo, 21 de diciembre de 2025

La conferencia.

 

«No es tarea sencilla mantenerse firme ante los constantes vaivenes que padecen aquellos que deciden no aceptar las reglas del juego. Tal vez ellos saben que hay trampa y que la partida está trucada de una forma tan sutil y ladina, que resulta imposible darse cuenta del engaño. Así pues, por ignorancia o por desidia, aceptamos las normas impuestas por la costumbre o porque es mejor dejarlas como están; total, si nada va a cambiar…

Esos que optan por hacerle frente al Estado y sus múltiples tentáculos, deben pagar un alto coste por semejante osadía; el precio del desarraigo, el descrédito y en algunos casos – los más graves – el rechazo frontal a sus ideas y postulados. Son esos parias que se niegan a aceptar la realidad; los que se enfrentan a las injusticias o se rebelan contra esa perversión que dice que debemos aceptar que es imposible cambiar las cosas. Entre tanto, sus semejantes asumen que el mundo es como es y hay que adaptarse, asumiendo que cada uno debe sobrevivir como pueda en esta jungla depredadora. La teoría del sálvese quien pueda va ganando adeptos a medida que van fracasando los modelos y las teorías políticas que prometían un mundo más justo, más seguro y más colectivizado. El humanismo pierde la partida con cada teoría absurda que nace y con cada populista que se sube a una tarima. En este mundo, controlado por tecnócratas rencorosos, que tuvieron una infancia irrelevante y acomplejada, poco espacio queda para la libertad; ese bien tan preciado y tan escaso. Si nos quitan hasta esa falsa ilusión, no nos queda nada. Estamos condenados a ser gobernados por psicópatas megalómanos como Stalin o Nerón».

El profesor Leveded se limpia las gafas, haciendo una pausa un tanto dramática antes de volver a hablar. «¿Alguna pregunta?».



Grandes lecturas

Grandes lecturas

Vistas de página en total

No tiene buena pinta este tipo ¿Qué hacemos con él? Dejadle que siga escribiendo...

¡Yo os maldigo por salir de la caverna!

¡Yo os maldigo por salir de la caverna!
Primera ley de la Filosofía: Por cada Filósofo, existe otro filósofo igual y opuesto. Segunda ley de la Filosofía: Ambos filósofos están equivocados. Corolario: Una gran verdad es una verdad cuyo opuesto es también una gran verdad.

¡Escuchad al profe, zoquetes!

¡Escuchad al profe, zoquetes!